Los Tenis de Navarrete

   
Ramón Ojeda Mestre

  Al acercarse el ocaso, en las sinuosas y serpenteantes cumbres de Acultzingo, en la carretera a Orizaba se presenta un color único que jaspea casi minuto a minuto, sobre todo en diciembre y yo no sé por qué. Es un rosado intenso que se transmuta en naranja o nacarado con apenas insinuadas pinceladas de gris o azul oscuro. Pero en el momento en que el sol se oculta, el instante preciso en que esa eterna moneda de oro cae en su alcancía cotidiana, aparece un amarillo imposible de describir para un tecleador no profesional como el que esto les escribe.

Por alguna razón me vino a la mente ese amarillo atardecer cuando vi los tenis que usa ahora el senador Carlos Navarrete del PRD para llamar la atención o para distinguirse de sus competidores que son tantos que no me atrevo a listar sin miedo de omitir alguno, lo cual en este negocio tan riesgoso, puede ser catastrófico. Bueno, furtiva señora y burdo valedor, el tal Navarrete se las gasta y se ha plantado o ceñido unos zapatos tenis que hay que jolgoriarse. Audaz sí es, no cabe duda, casi se necesita ser temerario para zamparse unas alpargatas de ese jaez, pero uno se pregunta si un político de esa experiencia, de esa prestigiada carrera y reconocido talento requiere de entrar a la competición farandulera para llamar la mirada de los capitalinos o "pour epater le bougeoise" como cuando Curzio Malaparte o algún coetáneo en Italia, trepó en un avión y roció con estiércol la Cámara de Diputados nada más para que supieran qué pensaba de ellos. Carlos Navarrete es sin duda el mejor candidato que pudo encontrar el PRD para competir por la candidatura al Gobierno del Distrito Federal, que tuviera realmente talento político y no aptitudes secundarias como sus contrincantes y que francamente dan pena.

No sé si en el PAN haya algún candidato que le pueda llegar al nivel intelectual y de probidad de Navarrete. Los que le regatean a Luege son de opereta o de ópera bufa. Si usted no sabe la diferencia es por que no ha leído y cree que todo se aprende en la tele. De el PRI solamente la amiga Paredes podría tener un debate con Carlos en un nivel que podríamos degustar los capitalinos o el resto del respetable. Pero insisto: Navarrete se puede poner los zapatos que quiera, que le sean más cómodos o que le atraigan las mejores vibras electorales, pero creo que es el primer candidato en la historia del DF que se atreve a romper los cánones en una tesitura de esa naturaleza.

Sí, atinó usted ardiente adolescente o calenturiento doncel, sus tenis son amarillos, no como las botas de Nancy Sinatra que eran para caminar, son amarillos para correr tras el voto, tras la urna, tras el sufragante sufriente de la capital mexicana. Confieso que tengo un saco anaranjado de lino que haría ruborizarse a cualquiera que no fuera tabasqueño, guerrerense o jarocho como este tlacuilo circunstancial, pero unos tenis color amarillo cromo, o amarillo escolar, eso solamente un tipo que admira a José Alfredo Jiménez y muy seguro de sí mismo tendría el arrojo de calzarlos.

Si usted nos se acuerda de Don Gil de las Calzas Verdes es por que no lee y cree que la lectura no sirve o que da lo mismo el que las posee que el que las omitió. Pero si usted ha leído, no solamente no hace el papelazo, sino que entiende y explica sin dificultades lo que quiere. Y es que el zapato importa, por eso se hizo famoso "el Gato con Botas" o "la Cenicienta" con su zapatilla que llevó el príncipe . Mucho menos ha de saber usted quién es el autor de la famosa novela "Las Sandalias del Pescador", si no lee. Qué pena, pero nunca es tarde. ¿Y "las siete leguas"? No el caballo de Villa, sino del cuento infantil. Si Navarrete gana la gubernatura del DF ¿va usar todos los días los zapatos tenis amarillos, no se le contagiará a enfermedad de Fox que usaba botas el pobrecito, incluso de charolito?

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