Privatización petrolera y sentido común

¿Qué objeto tiene que le compremos al extranjero la materia prima y transformada que podría convertirnos en la primera potencia económica del mundo?

Ramón Ojeda Mestre  No a la privatización petrolera Organización Editorial Mexicana 18 de marzo de 2013

  El asunto es muy simple: Si el negocio es de extranjeros las utilidades van para el extranjero. Aunque sea poquita la extranjerización, que no la es, lo que produce el trabajo y la riqueza natural del país se va para el país de los empresarios que adquieren o de los empleados que son contratados para hacer negocio aquí con el hidrocarburo. 

Aunque sea nada más la puntita, que no lo es. Vea los bancos. Por cada peso que pagamos con la tarjeta o que movemos en los bancos que ya son de vascos, españoles, canadienses, americanos, ingleses o chinos, veinte centavos se van fuera de México. Sin despeinarse. Salvo Banorte y una parte de Inbursa, todos los demás son bancos de extranjeros que ni viven aquí, ni sufren aquí, ni sudan la camiseta del Tri y se llevan los dividendos, rentas o utilidades de cada casa, coche o refrigerador que compramos a plazo.

Entonces, si nosotros dejamos que la principal fuente de ingresos de México, como es el petróleo, se siga privatizando y extranjerizando, las utilidades, a querer o no, se van para afuera. Nadie, en su sano juicio y con buena fe, puede pensar que las utilidades de los extranjeros se van a quedar aquí. Es inútil que nos digan que qué tanto es tantito y que con eso seremos simpáticos en el Buenavista global club. Como dijo la Cucaracha en la película de María Félix y Katy Jurado: Ellos vienen a lo que vienen y nosotros estamos pa' lo que estamos.

La privatización del petróleo sería irreversible. Barril que saquen ellos jamás regresará. Peso o dólar que se lleven, jamás lo volveremos a ver. Se tendría que ser muy ..."#$%&()=?¡ para pensar que conforme pase el tiempo el petróleo bajará de precio. Es un recurso no renovable y mi maestra Úrsula Hicks me enseñó que entre más escaso es un satisfactor su precio se eleva. Tampoco es usted imperceptiva para no darse cuenta de que una computadora o celular, pantalla, o tableta, botella de pet o zapatos tennis, llevan más del 70% de componentes derivados del petróleo. 

Es decir, el que tenga nuestro petróleo fabricará todo eso que luego nos venderá como si fuera de oro, con lo que perdemos el doble. Dejamos de ganar y pagamos caro el pecado de Oyuki. ¿O qué?, ¿todavía no entiende todo lo que significa que estemos importando la mitad de la gasolina que consumimos en nuestros automotores? ¿Es usted de los lerditos que piensa que hemos retrasado la Refinería de Tula, sólo para molestar a los barbacoyeros hidalguenses?, sin ánimo de ofender a Chong, a Karam o a Fayad.

La industria petrolera y petroquímica ha sido penetrada y privatizada hasta extremos peligrosos desde el punto de vista estratégico, geopolítico e industrial y nada más hemos recibido espejitos. Si todos usáramos la mitad del tiempo nuestros vehículos, no tendríamos que importar ni un litro a precios de dólar. En el país hay siete millones de calentadores de gas y diez millones de estufas con el piloto encendido las veinticuatro horas del día. ¿El inútil secretario de energía anterior nos explicó algo de esto y de cómo evitarlo? 

Lo más fácil es vender los ferrocarriles, los aeropuertos, las APIs los bancos, los teléfonos, las carreteras, los puentes, los mares y los ríos, los terrenos y hasta las......pocas cosas que nos quedan. ¿Y luego? Piense usted hermosa y golosa lectora o usted sagaz y culto lectorile devorador de libros (de bonetes, cuajares y mondongos), que una vez que vendamos todo a los extranjeros, incluidas las playas en donde la mayoría de los hoteles ya lo son, qué demonios vamos a tener como patrimonio. Ni el aire, porque estará tan contaminado que tendremos que cargar oxígeno comprimido como el agua en esas botellitas malditas una vez que la entregamos a la "iniciativa privada". Qué horror. Qué vergüenza. Qué decepción que no defendamos a nuestro país, nuestra estirpe y cultura.

rojedamestre@yahoo.com

Elba Esther, qué mujer

Ramón Ojeda Mestre  Elba Esther, qué mujer

  

 Me repugna hacer leña del árbol caído, o dar lanzadas a toro pasado, pero, como ha escrito el enorme poeta mexicano Luis Ernesto González acerca del extraordinario Oscar Niemeyer recientemente fallecido, lo parafraseo con respecto y con respeto. La maestra Elba Esther Gordillo es punto y aparte.

Pocas mujeres hay en la política mexicana que hayan tenido tanta relevancia. Ni Griselda Álvarez, ni Luisa María Leal Duk, o Amalia Caballero de Castillo Ledón, ni Silvia Pinal, ni siquiera Beatriz Paredes Rangel o Irma Cué de Duarte o Beatriz Pagés Rebollar o Doña María Esther Zuno de Echeverría. Ninguna, según mi leal saber y entender ha tenido tanta influencia en la res política o como diría Hegel en la Real Politik. Así, que, por lo pronto, que le anoten un punto de mi parte. Es la mujer más política que ha habido en el México contemporáneo, del siglo XX y XXI.

Está en la cárcel, curiosamente, porque cometió un gran error político o porque cometieron un gran error político con ella. El tiempo, ese implacable cordero de dios que borra todos los pecados del mundo, lo dirá. Ojo: No afirmo que es una presa política, ni que sólo es una política presa. Pero tampoco lo niego. Eso el juez lo dirá a su tiempo. O la tremenda Corte de Tres Patines y Florence Cassez. No puedo asegurar tampoco que se halle privada de su libertad por haber cometido delitos, ¡de malos manejos de dinero! Hágame usted el "#$%&* favor.



No la están acusando de homicidio o de secuestro o de violación de españoles, o de la desaparición de 27,000 que dijo Lía Limón o de 60,000 muertos que le achacan a la narco locura, o de ser socia del Chapo Guzmán, no, no, no, no, la acusa el gobierno de que no invirtió adecuadamente los recursos del sindicato. Es decir, que compró casas y cosas con dinero del sindicato, para ella, en su calidad de lideresa indiscutible del gremio magisterial tan respetable. O para ella en lo personal, porque querrían, los honorables e impolutos que la estigmatizan y le aplican la quebradora, que siguiera viviendo en la casita de Nezahualcóyotl donde empezó su carrera de maestra de aula y anduviera en su vochito después de una exitosa y fulgurante carrera legislativa, ejecutiva y sindical.

No somos tan lerdos para declararla culpable antes de un Juez. Todavía hay una Constitución y leyes que dicen que todos somos inocentes hasta que no haya una sentencia definitiva que cause ejecutoria y mal hace el gobernante al aplicarle el escarnio y la denigración. Cuidadoso ha sido el Procurador y muy bien hicieron los senadores Emilio Gamboa, Ernesto Cordero y Miguel Barbosa en darle un abrazo solidario a su hija la Senadora.

Por si es necesario aclararle al lector perspicaz o a la leyente suspicaz, jamás, lo juro por Bazbaz, nunca, bajo ninguna circunstancia, directa o indirecta, he recibido ni un quinto de la Maestra Elba Esther Gordillo Morales, la chiapaneca, hoy sujeta a ominoso proceso, aunque hace mucho años el SNTE apoyó a un congreso de Medio Ambiente con un boleto de avión para un maestro de fuera. Eso es lo más cerca que he estado de su domos beneficiales.

Ni siquiera podría decir que seamos amigos, jamás fui a su casa, ni ella a la mía, ni hemos comido, desayunado o cenado nunca juntos. Pero me cae bien, por inteligente, por luchona, por tenaz y por defender socialmente a un gremio de trabajadores tan querido como es el de los maestros. El neoliberalismo odia a los sindicatos. Yo no, apoyo a la CROC, abiertamente, a la COR, a la CNC y a todos lo que dan la lucha social incluso al PRD, a Morena, al PRI o a Antorcha Campesina y desde luego a las ONGs ambientalistas auténticas y nacionales. Y por ello me duele cuando meten a la cárcel a uno de sus líderes y si es mujer más. Todavía me duele que haya estado en la cárcel Flores Magón. Ni modo, con la vara que midas, serás medido.

rojedamestre@yahoo.com