Reptiles

Por Ramón Ojeda Mestre, Pre Candidato de unidad a Gobernador del EdoMex

La muerte de Cleopartra, pintada por Reginald Arthur

No, no se trata de política, ni de comerciantes o de comunidades de académicos, sino de las víboras reales, de las culebras o serpientes que nos han hecho favor de acompañarnos desde el primer día, según la religión católica con Adán y Eva. Ahora que Egipto está dando lecciones tremendas al mundo, recordamos el Áspid famoso que en una cesta con higos llegó hasta los aposentos de Cleopatra para acabar con ella, en uno de los más renombrados suicidios por amor de la historia, aunque para los mexicanos la sierpe más trascendental sea la que devoró el águila sobre el nopal en el lago del Anáhuac.

Si consulta el libro del doctor Juan Luis Cifuentes, cuyo nombre lleva el auditorio de la Universidad de Guadalajara en Puerto Vallarta, verá la cantidad de venenos que existen y la historia truculenta de los mismos. Bien hizo el rector Javier Orozco Alvarado en ponerle el nombre de ese investigador a su paraninfo. Ese libro de "Venenos, armas químicas de la naturaleza", nos brinda conocimientos importantes que vale la pena analizar. Tanto es así, que el logotipo o emblema de la ciencia de Hipócrates y de Esculapio eran unas serpientes entrelazadas como heraldo de la sabiduría. Ambos símbolos de la medicina, el caduceo de Hermes o Mercurio y el Bastón de Esculapio, tienen significados místicos, científicos y esotéricos. Higia, que era su hija le dio el nombre a la palabra higiene.

El Caduceo no se utilizó formalmente como símbolo médico hasta que William Butts, el galeno del repugnante Enrique VIII, lo incluyó en su escudo nobiliario y de allí hasta el servicio de hospitales de la Marina de USA al comenzar el siglo pasado. Sin embargo, para los mexicanos, aztecas, toltecas y mayas, la principal serpiente es la de Quetzalcoátl o la de Kukulcán, que es la alada, en un sincretismo y simbología de interrelación entre lo más elevado y lo terrenal. Para nosotros tiene también otro reptil una evocación triste, pues cuando asesinan a Colosio los altoparlantes reproducían a todo volumen "La Culebra" del cubano Beny Moré.

"La Boa", fue otra canción famosa en México y es una de las favoritas de López Obrador en la versión de Chico Ché y La Crisis, de quien tomó su frase de "¿Quién pompó?", lo que comprueba una vez más que la música popular nutre la cultura de los políticos de primer nivel. La serpiente es un signo del horóscopo chino al que pertenecen Martin Luther King, Dostoievski, Picasso, Mao TseTung, Edgar Allan Poe, Goethe y Diego de Velázquez, Copérnico y el forzadamente santificado Juan XXIII. Lo más famoso de la televisión son sus "culebrones" y de la mitología la Hidra griega o el Apofis egipcio.

Todos sabemos a quién le apodan "la Nauyaca", pero dijimos que no íbamos a tratar asuntos políticos, es mejor recordar que al sotol en Chihuahua le ponen un trozo de víbora de Cascabel tan abundante en las tierras pedregosas de Morelos y de Baja California. No resisto la tentación de recordar la frase demoledora de Eduardo Galeano: "La justicia es como las serpientes, que sólo muerden a los descalzos", y los que sean amigos de la Biblia lean a Juan en Apocalipsis 12:7-9.

De "la víbora de la mar" nada, mejor decir que las cinco serpientes más venenosas del mundo son: las Taipán que viven en Australia, las Krait que habitan en Asia, la Cobra Filipina y la víbora de Rusell que vive en China, Java o Sumatra, así que las de por acá no son de las más temibles aunque la Coralillo tiene su historia. El Herpetario de Chapultepec es interesante y no dejan tomar fotos, pues no falta quien les da un flashazo a las enjauladas. El hecho es que las pobres reptantes están desapareciendo en México por el arrasamiento de los humanos en las pocas áreas naturales que van quedando, llenas de botellas y bolsas de plástico. Cuando se extingan, nadie podrá con la plaga de ratones. Usted decide.

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