martes, 18 de enero de 2011

Edomex: La llave de la democracia en México



Valor estratégico del Valle de México

"De una vez para lo venidero deben saber los súbditos del gran monarca que ocupa el trono de España que nacieron para callar y obedecer y no para discutir ni opinar en los altos asuntos de gobierno".

Carlos Francisco de Croix, Marqués de Croix, Virrey de la Nueva España

Francisco Velasco Zapata

En el Valle de México habita la mayor población del Estado de México: más de doce millones de habitantes, con algunos municipios que llegan a una tasa anual de crecimiento demográfico del 10%. Solamente en la región oriente se incorporan cerca de 200 mil nuevos habitantes al año. Los nuevos fraccionamientos y asentamientos irregulares se han instalado sin considerar su impacto ambiental y en los servicios, ya de por sí rezagados, en los que las autoridades han sido superadas por la realidad. Nuevos fraccionamientos son autorizados inescrupulosamente por los distintos niveles de gobierno sin la menor planeación respecto a nuevas vialidades, seguridad, transporte, centros laborales, educativos o de cultura. Las concesiones se han vuelto un estupendo mecanismo de corrupción tolerada por quienes las autorizan en sus diversas etapas procesales.

En este marco de “injusticia social” es donde todos los días crece ampliamente la pobreza, las necesidades, las demandas sociales, el desempleo, la pérdida de poder adquisitivo del salario y del ingreso familiar, la desnutrición, el déficit de servicios públicos, de agua y de vivienda, de vialidades, de transporte, la contaminación, la deuda gubernamental, la insatisfacción fiscal, el déficit presupuestal, el deterioro educativo principalmente en el campo y las colonias populares, la inseguridad pública, la extorsión, la ineficiencia, la corrupción y, no menos importante, la migración a los Estados Unidos de Norteamérica. La capacidad gubernamental está rezagada y la respuesta de los gobiernos locales a los ciudadanos es insatisfactoria.

En el Valle de México el incremento demográfico ha superado el crecimiento de la economía. El impacto urbano es desordenado y caótico. Se destruyen los recursos naturales y se afecta irreversiblemente el ambiente. La “inacción” gubernamental y el constante deterioro de las condiciones de vida desalientan a los ciudadanos y prolongan las inacabables crisis del gobierno y de la sociedad.

Por si lo anterior no fuera suficiente, en el Valle de México es dramática la tendencia creciente de la inseguridad pública y del desempleo de quienes poseen educación media superior y superior. El desempleo y subempleo son de los más elevados en el país, ya que 50 de cada 100 mexiquenses del Valle de México padecen esa condición, que podría ser mayor de revisarse, con criterios más realistas y humanos, nuestras estadísticas. Por el lado de las percepciones salariales la situación es más crítica: casi la mitad de los trabajadores perciben menos de dos salarios mínimos. En cuanto a prestaciones laborales es notable, casi el 60% carece de todas. En el Valle de México faltan aulas, escuelas, equipamiento, y no se da el mantenimiento a las instalaciones educativas existentes. La calidad de la educación está por debajo de los estados del norte del país y aún del Distrito Federal.

Y es en este escenario real de cosas donde vivimos el día a día en que la alternancia en la gubernatura del estado de México se ve cada día más cerca. Pero que nadie se confunda, la alternancia, sólo podrá darse si por lo menos PAN-PRD logran llegar a un acuerdo para presentar un buen candidato. Ésta será mucho más viable si se suman PT, Convergencia y la misma es abanderada por un candidato que represente las aspiraciones de la ciudadanía y no sólo la de los partidos políticos. Un candidato que represente una propuesta atractiva para la mayoría de los electores; un candidato que haga compromisos viables y de avanzada con la mayoría de los mexiquenses hasta impulsar un gran movimiento ciudadano que dé inicio a la tardía pero necesaria transformación democrática a la que se niega la actual clase política de la entidad. Ese candidato tendría que ser inexorablemente del Valle de México y muy probablemente tendrá que emerger de las mismas filas del partido al que se quiere jubilar, porque como dice el dicho popular: “para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo”. Si no fuese así, entonces, veremos con toda seguridad como la campaña política se puede volver testimonial y se habrá ido una nueva oportunidad para el cambio democrático del estado. ¿Y usted, cómo la ve? Politólogo. Miembro del Consejo Nacional de Operación de Parlamento Ciudadano de México.

Agradezco sus comentarios a: parlamentariofvz@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si tienes cuenta en Yahoo, este grupo te conviene. Sólo anota tu correo

Suscribirse a poderparalagente

Patrocinado por mx.groups.yahoo.com

Estadística alternativa

="">

Comunidad de Amigos